IMPORTANTE

LE ASEGURAMOS QUE NO VENDEMOS PRODUCTOS O SERVICIOS Y NUNCA LE PEDIREMOS OFRENDA ALGUNA. AQUI SE HABLA DE LA PALABRA DE DIOS. DE GRACIA FUE RECIBIDA Y DE GRACIA SE LA OFRECEMOS A USTED.

CRISTIANOS A LA CARTA


CRISTIANOS A LA CARTA

Por Aurelio Nicolella

Don Jaramillo Araya, les solía decir a su hermanos de sangre, un poco en broma y otro poco en serio, que ellos eran "cristianos a la carta", puesto que solo iban a la iglesia cuando necsitaban de Dios.
Carlos Jaramillo Araya, vivía en la comuna de Independencia en las cercanías de la capital chilena, Santiago.
Había conocido al Señor de grande cuando ya había pasado los cincuenta y tantos años. Llego a Dios por una pareja vecina a su casa, que apiadándose de él, lo cobijaron unos días, lo suficiente como hablarle del que obra milagros en los corazones de los hombres, Jesús.
Así de poquito fue yendo a la iglesia del barrio. Desde ese momento la vida cambio, se consagro a decirle a todo el mundo que era cristiano, al poco tiempo consiguió un pequeño trabajo de vendedor en el Parque O'Higgins, en el centro de la ciudad.
En su vida anterior Carlos viva desde la mañana a la noche borracho, el vicio del alcohol lo agarro desde hacia años cuando su mujer se fue de su casa llevándose a sus tres hijos, debido a que por haber quedado sin trabajo comenzó a tomar.
Aunque a su mujer no la recupero, puesto que ella rehizo vida matrimonial con otra persona, a sus hijos sí.
Carlos no esta mas con nosotros, descansa en los brazos del Señor, su frase "cristianos a la carta", pego fuerte entre su gente.
Él decía que muchos cristianos nos comportamos, con nuestro cristianismo, como cuando vamos a un restaurante, pedimos la carta, el menú, elegimos lo que queremos, lo que no nos gusta, lo dejamos de lado.
Igual sucede con nosotros y nuestra fe, vamos a pedir paz, amor, sanidad, milagros y muchas otras cosas más, pero cuando se nos pide que hagamos algo por nuestro hermano, por nuestra congregación, por nuestra sociedad, no estamos, cuando se nos pide colaboración material, física o lo que sea, nos esfumamos, tenemos miles de excusas.
Lo mismo cuando Dios no pide que estemos, no estamos. Pero siempre Dios tiene que estar cuando lo necesitamos.
Queremos compórtanos cristianos en la iglesia y profanos en lo mundano. Cuando hay que hacer sacrificio, lo pensamos y lo pensamos.
Hermana, hermano si somos cristianos, lo debemos ser siempre, en cada una de nuestras circunstancias, sean esta buenas o malas.
Ser cristianos se trata de un cambio interior de la existencia. Exige que ya no me cierre en mi yo, y mis necesidades solamente. Se trata de optar entre vivir sólo para mí o entregarme a lo más grande, a Dios y mi prójimo.
"Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos". (Mateo 20: 28).
La vida cristiana no se ejerce solamente en la iglesia, sino en todo lugar y en todo momento. Es una aventura emocionante vivir como Cristo, espero que tú también lo pienses así.




No hay comentarios:

Publicar un comentario