EL ODIO Y EL AMOR
Aurelio Nicolella
El odio, es aquel sentimiento negativo, que produce en el hombre una profunda antipatía, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, situación o fenómeno, ello conlleva el deseo de evitar, limitar o peor aún destruir aquello que se odia.
Increíble, pero por culpa del odio que tiene incorporado en si el hombre ha generado las peores persecuciones de la humanidad, no ha habido en la faz de la tierra momento en que el genero humano no recurriera al odio que genera en violencia
Incluso ciertas tendencias ideológicas que se manifestaban como libertadoras del ser humano como el capitalismo, el socialismo, el nazismo, el comunismo, han caído en el odio, llevando a genocidios, persecuciones políticas, raciales y/o religiosas.
El sentir odio es base de males mayores porque cuando se odia, el hombre pasa de la agresividad a la ira y ello llevara a problemas mentales, físicos y peor aún espirituales.
La vida de una persona con odio es una vida llena de espinas que lleva clavadas en su corazón, es rencor más rencor.
Cuantas veces equivocadamente hemos escuchado decir "ese hombre es odioso", pero evidentemente el que lo dice es aquel que le pesa el adjetivo, no a quién va dirigido.
Las Sagradas Escrituras en el antiguo testamento no dice que "El odio suscita rencillas, pero el amor cubre todas las transgresiones". (Proverbios 10:12).
Ya que el odio es una pasión humana que nace desde lo profundo del corazón, es ahí donde tenemos que empezar a comprender, desde allí se debe controlar nuestro odio con base en el respeto y la tolerancia, con el amor al prójimo.
Cuantas veces se escucha por allí decir que entre las relaciones humanas se ha pasado "del amor al odio", pero ello es imposible del odio se puede ir al amor cuando liberamos a nuestro corazón del dolor de sufrimiento, rencor y resentimiento, pero jamás del amor se puede ir al odio, quien dice lo contrario nunca amo. Entiéndeme amigo, amiga, si hay amor es imposible poder cambiar al odio. Es tan sencillo el odio te da un corazón partido el amor te da un corazón grande lleno de cariño y comprensión.
El apóstol Pablo manifestaba a los cuatro vientos: "El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante. (1 Corintios 13:4).
Nuestro Señor Jesucristo, al cual la humanidad lo odio, lo llevo al peor de los tormentos, supo perdonar porque siempre amo a esa humanidad que estaba pérdida.
El hermano, hermana como cristianos es hora de dejar de odiar, es momento de dejar entrar a Nuestro Salvador para que nos llene de amor ese amor que solo Él sabe dar.
Aurelio Nicolella
El odio, es aquel sentimiento negativo, que produce en el hombre una profunda antipatía, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, situación o fenómeno, ello conlleva el deseo de evitar, limitar o peor aún destruir aquello que se odia.
Increíble, pero por culpa del odio que tiene incorporado en si el hombre ha generado las peores persecuciones de la humanidad, no ha habido en la faz de la tierra momento en que el genero humano no recurriera al odio que genera en violencia
Incluso ciertas tendencias ideológicas que se manifestaban como libertadoras del ser humano como el capitalismo, el socialismo, el nazismo, el comunismo, han caído en el odio, llevando a genocidios, persecuciones políticas, raciales y/o religiosas.
El sentir odio es base de males mayores porque cuando se odia, el hombre pasa de la agresividad a la ira y ello llevara a problemas mentales, físicos y peor aún espirituales.
La vida de una persona con odio es una vida llena de espinas que lleva clavadas en su corazón, es rencor más rencor.
Cuantas veces equivocadamente hemos escuchado decir "ese hombre es odioso", pero evidentemente el que lo dice es aquel que le pesa el adjetivo, no a quién va dirigido.
Las Sagradas Escrituras en el antiguo testamento no dice que "El odio suscita rencillas, pero el amor cubre todas las transgresiones". (Proverbios 10:12).
Ya que el odio es una pasión humana que nace desde lo profundo del corazón, es ahí donde tenemos que empezar a comprender, desde allí se debe controlar nuestro odio con base en el respeto y la tolerancia, con el amor al prójimo.
Cuantas veces se escucha por allí decir que entre las relaciones humanas se ha pasado "del amor al odio", pero ello es imposible del odio se puede ir al amor cuando liberamos a nuestro corazón del dolor de sufrimiento, rencor y resentimiento, pero jamás del amor se puede ir al odio, quien dice lo contrario nunca amo. Entiéndeme amigo, amiga, si hay amor es imposible poder cambiar al odio. Es tan sencillo el odio te da un corazón partido el amor te da un corazón grande lleno de cariño y comprensión.
El apóstol Pablo manifestaba a los cuatro vientos: "El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante. (1 Corintios 13:4).
Nuestro Señor Jesucristo, al cual la humanidad lo odio, lo llevo al peor de los tormentos, supo perdonar porque siempre amo a esa humanidad que estaba pérdida.
El hermano, hermana como cristianos es hora de dejar de odiar, es momento de dejar entrar a Nuestro Salvador para que nos llene de amor ese amor que solo Él sabe dar.
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