EL LIBRO EN LA BIBLIOTECA
Por Aurelio Nicolella
En una penitenciaria de Argentina estaba el ex campeón mundial de boxeo, Carlos Monzón purgando su pena de once años de prisión por homicidio simple, estaba con un periodista que había venido a realizarle un reportaje.
Ante la pregunta del reportero de ¿Como se encontraba de animo en la cárcel?, le contesto que bien que se encontraba en paz con Dios y le señalo un ejemplar de La Biblia, le explico que muchas veces habiendo viajado por el mundo y estado en distintos hoteles había visto cuantiosas veces este libro pero nunca le había dado la importancia que hoy tenia en su vida, que leyéndola descubrió un mundo de cosas, emociones, sensaciones e impresiones que antes no percibía, habiendo sido un campeón mundial de renombre y fama.
Tuvo que haberlo marcado de veras la Santa palabra de Dios, ya que por la buena conducta observada tuvo la posibilidad de ser trasladado a otra prisión mas cerca de su familia, donde tuvo la posibilidad de salidas transitorias, siempre agradecido y hablando de los cambios en su vida en cuanto reportaje u ocasión se le presentara, por haber conocido la palabra divina,
En una de esas salidas transitorias encontró la muerte física, esa muerte seguramente no fue muerte espiritual, el tuvo la posibilidad de conocer el camino a tiempo y salvar su alma.
Hermano, cuantas veces tú, yo y nuestro prójimo no le damos importancia a ese libro en nuestras vidas, por ahí ni hace falta ir a un hotel para encontrarlo reposando sobre la mesita de luz o en un cajón del mismo.
Por ahí se encuentra en el estante más perdido de nuestra biblioteca familiar, como un simple libro más que no se le da la mayor importancia, porque consideramos que se perdería tiempo en leerlo y entender el mensaje, porque este mundo tan ocupado en donde vivimos alejados de nosotros mismos, no tenemos ese espacio para dedicarlo a escuchar a Dios.
Pero Amigo, amiga ese libro nos puede ayudar a comprendernos como personas, a ser felices con las cosas que Dios no da cada día y entender a los demás, “Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por la paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. (Romanos 15:4).
La Biblia es un libro que no es solo para leerse. Es un libro para estudiar, ilustrarse, para que sea la guía de nuestra vida en los momentos difíciles como en los alegres, debe ser como una guía de calles de la ciudad, que no indican que camino tomar para llegar a destino.
“Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón”. (Hebreos 4:12).
La Biblia que reposa en un estante no puede ser aplicada a tu vida, es como tener a la vista un plato rico de comida y no comerlo, el hecho de verlo no nos aportara ningún valor nutricional a nuestro cuerpo y no nos hará provecho.
Que esperar para escudriñar las escrituras, ve y toma ese libro que se encuentra esperándote y tendrás muchas experiencias en tu vida con la Biblia y habrás superado cosas negativas.
Por Aurelio Nicolella
En una penitenciaria de Argentina estaba el ex campeón mundial de boxeo, Carlos Monzón purgando su pena de once años de prisión por homicidio simple, estaba con un periodista que había venido a realizarle un reportaje.
Ante la pregunta del reportero de ¿Como se encontraba de animo en la cárcel?, le contesto que bien que se encontraba en paz con Dios y le señalo un ejemplar de La Biblia, le explico que muchas veces habiendo viajado por el mundo y estado en distintos hoteles había visto cuantiosas veces este libro pero nunca le había dado la importancia que hoy tenia en su vida, que leyéndola descubrió un mundo de cosas, emociones, sensaciones e impresiones que antes no percibía, habiendo sido un campeón mundial de renombre y fama.
Tuvo que haberlo marcado de veras la Santa palabra de Dios, ya que por la buena conducta observada tuvo la posibilidad de ser trasladado a otra prisión mas cerca de su familia, donde tuvo la posibilidad de salidas transitorias, siempre agradecido y hablando de los cambios en su vida en cuanto reportaje u ocasión se le presentara, por haber conocido la palabra divina,
En una de esas salidas transitorias encontró la muerte física, esa muerte seguramente no fue muerte espiritual, el tuvo la posibilidad de conocer el camino a tiempo y salvar su alma.
Hermano, cuantas veces tú, yo y nuestro prójimo no le damos importancia a ese libro en nuestras vidas, por ahí ni hace falta ir a un hotel para encontrarlo reposando sobre la mesita de luz o en un cajón del mismo.
Por ahí se encuentra en el estante más perdido de nuestra biblioteca familiar, como un simple libro más que no se le da la mayor importancia, porque consideramos que se perdería tiempo en leerlo y entender el mensaje, porque este mundo tan ocupado en donde vivimos alejados de nosotros mismos, no tenemos ese espacio para dedicarlo a escuchar a Dios.
Pero Amigo, amiga ese libro nos puede ayudar a comprendernos como personas, a ser felices con las cosas que Dios no da cada día y entender a los demás, “Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por la paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. (Romanos 15:4).
La Biblia es un libro que no es solo para leerse. Es un libro para estudiar, ilustrarse, para que sea la guía de nuestra vida en los momentos difíciles como en los alegres, debe ser como una guía de calles de la ciudad, que no indican que camino tomar para llegar a destino.
“Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón”. (Hebreos 4:12).
La Biblia que reposa en un estante no puede ser aplicada a tu vida, es como tener a la vista un plato rico de comida y no comerlo, el hecho de verlo no nos aportara ningún valor nutricional a nuestro cuerpo y no nos hará provecho.
Que esperar para escudriñar las escrituras, ve y toma ese libro que se encuentra esperándote y tendrás muchas experiencias en tu vida con la Biblia y habrás superado cosas negativas.
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