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LA AUSENCIA DEL BIEN


Por Aurelio Nicolella

Ya, en la antigüedad,  griegos, romanos, judíos, cristianos y musulmanes como las religiones orientales, siempre se preguntaron y trataron de definir que era el mal.
Se puede decir que dentro del existencialismo del ser humano, siempre se quiso definirlo, al mal y nunca se lo logro,  se desarrollaron muchas teorías, tesis, conjeturas y estudios, tanto de humanistas como científicos. Pero el llamado “Problema del mal” para algunos y para otros la “Paradoja de Epicuro” es difícil de explicar con teoremas.
Así, Santo Tomas de Aquino, en su tiempo, lo definió, fácilmente, el mal es la ausencia o privación del bien; lógico él era creyente en Dios y veía al mundo desde una óptica religiosa.
Así, un profesor, puede explicarle a sus alumnos que el mal es la ausencia del bien como la oscuridad o la tiniebla es la ausencia de la luz.
Pero en cambio para los cristianos, el mal, es sencillamente la ausencia de Dios, eso fue lo que quiso decir Santo Tomas de Aquino.
Por lo tanto para nosotros creyentes la palabra mal, es creada para describir la separación del Creador en la vida de las personas.
Dios no creo el mal, el ser humano al apartarse del bien, con su comportamiento malo carece de amor, la falta de presencia de Dios en la vida de las personas hace que ese mal predomine en nuestro ser.
El Papa Benedicto XVI, con razón ha dicho la peor enfermedad del hombre es la ausencia de Dios en su vida. Sin amor en nuestro corazón, el Espíritu Santo no puede obrar
Hermano, hermana, Dios, no creo el mal, el frío o la oscuridad, nuestra debilidad, es la que nos hace dudar y pensar lo contrario. Si dejamos entrar a Dios en nuestro corazón, encontraremos un cambio en donde el mal será el ausente de nuestras vidas.
El apóstol Pablo les exhortaba a los cristianos de Roma, que se encontraban tan débiles como nosotros lo podemos estar que  “…el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” (Romanos 8:26).
Amigo, hoy, mas que nunca en un mundo que se aleja de ideales, de códigos de convivencia y ética, donde todo esta bién con tal de sobresalir a costa de egoísmo, ambición material e incluso afán personal; es precisamente cuando más tenemos que estar en Dios, en buscar su presencia para que nos acompañe en este duro caminar de cada día, hagamos como Pablo hagamos que el Espíritu Santo de Dios more en nosotros.

3 comentarios:

  1. Roberto (Barrio Parque SARANDI)31 de octubre de 2011, 20:03

    Miren, si en la "ANTIGÜEDAD", y hasta hoy en día, las distintas religiones, no supieron definir al "MAL", es por que tampoco supieron definir el "BIEN", simplemente, por que es la "ANTÍTESIS" (LO OPUESTO), es como todo, en el "UNIVERSO", "YIN-YAN", "BUENO-MALO", "AMOR-ODIO", "MATERIA-ANTI MATERIA", "LINDO-FEO",etc.etc.etc.
    Yo creo, que se puede vivir sin "DIOS" en el "CORAZÓN", pero si, estoy de acuerdo, con que, "NO" se puede vivir sin "AMOR" en nuestros "CORAZONES". Y los "CÓDIGOS de CONVIVENCIA", la "ÉTICA", la "MORAL", etc., fueron creados, por el "HOMBRE", en nombre de sus "DIOSES", y como "LEYES DIVINAS", por eso encontramos en todas las "RELIGIONES", que estas "LEYES" se parecen entre "SI".
    Y como vos decis: "Que en este camino duro de transitar, que es la VIDA, nos acompañe, el amor, la comprensión, y la verdad"....

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  2. Roberto (Barrio Parque SARANDI)31 de octubre de 2011, 20:11

    Ahora, que si queremos hilar mas fino, tendríamos, que leer a: "SOCRATES", "PLATON", "ARISTOTELES", "ARISTARCO",etc., para poder "FILOSOFAR", sobre este tema, con mayor objetividad, y sin ningún "FANATISMO"...

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  3. Ramón Quijote Paredes de Guatemala City Colonia Caxiusti31 de octubre de 2011, 20:52

    Buena la reflexión y excelente comentario del hermano en Cristo Roberto. Saludos desde Guatemala City.

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